El proyecto MÚSICA EN LA SALA se enfoca a introducir dentro de nuestras terapias “convencionales”, la música, mejorando el rendimiento de funcionas básicas como la atención, cognición, emoción, percepción y comunicación, así como la coordinación motora y la estimulación del lenguaje. En la sesión estaría presente el terapeuta de referencia junto al musicoterapeuta.
La aplicación complementaria de la musicoterapia, junto a las terapias convencionales (fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional, psicología, neuropsicología, etc.) ha cosechado resultados positivos al mejorar de forma segura y estadísticamente significativa, el rendimiento motor, el lenguaje, la atención, el estado de ánimo y emocional.
Son muchos los estudios científicos que ponen de manifiesto la capacidad que tiene la música para potenciar la plasticidad cerebral. La música tiene repercusión tanto en procesos cognitivos (memoria, atención y funciones ejecutivas), como en procesos emocionales, interviniendo en el desarrollo de esta regulación emocional. Así mismo influye en el movimiento, que es otra de las características de la música. El ritmo provoca el movimiento de los individuos, las áreas motoras de activan y, al movernos, activamos el circuito del placer, produciendo endorfinas lo que lo hace gratificante.